Y se va de nuestras manos un año más. Un año que ha estado cargado de mierda por no poder llamarlo de otra forma. Este año nos ha dado más palos que regalos. Nos podemos quedar con que nos ha dado mucho para lo que aprender.
En estos 365 días he aprendido que quien menos te lo esperas puede decepcionarte y que todo el mundo es capaz de mentir sin importarle las consecuencias. He aprendido que no se puede fiar uno de nadie, que hasta tus héroes son capaces de clavarte un puñal por la espalda.
Las cosas han sido demasiado complicadas estos últimos meses pero a fin de cuentas hemos "SALIDO" como hemos podido de ellas. Unos mejor que otros. Pero si algo bueno me llevo de este año es que me he unido más a las personas que de verdad importan en mi vida.
Y tengo que dar gracias a toda esa gente por haber estado ahí cuando de verdad lo he necesitado.
Cuando la vida te da palos es cuando ves quien de verdad importa en tu vida. 
Por un 2013 que ya ha acabado y no se va a volver a repetir y por un 2014 lleno de sueños y mejorías.