Todo el mundo siente miedo en algún momento de su vida, un miedo que te impide hacer algo que deseas, que hace que no estés segura de ti misma. Siempre tenemos ese miedo de entregarnos, de sincerarnos y que al hacerlo se burlen de nosotros o nos usen para después no hacernos caso. Ese miedo de no estar a la altura de la otra persona, de pensar que no podrás darle lo que busca o lo que le ha dado alguien antes, y que por esa razón,de alguna manera puedas decepcionarle y hacer que no quiera estar contigo. Miedo de que nos ilusionen para después quitarnos todas las ilusiones de un plumazo, sin importar lo que sintamos.Miedo de que nos vuelvan a hacer daño. Pero no nos damos cuenta de que ese miedo, eso que hace que pienses que lo que él busca no puedes ser tú, eso que te hace ser insegura, que te hace desconfiar, puede hacernos perder lo que más queremos... A ESA PERSONA (ÉL). Por eso debemos empezar a confiar en nosotros y en que si alguien esta contigo es por lo que eres, por lo que le has demostrado y porque sabe que eres de verdad como te muestras y que no hay mentiras. Y esa persona es la que poco a poco hará que se vayan todos tus miedos...porque en realidad el único miedo es el de perderle, y eso es lo que hace que aparezcan todos los demás. Yo tuve muchísima suerte, ¿sabéis? cuando creía haber perdido...cuando sinceramente ya no me quedaba nadie más por confiar, apareció ÉL. Si, como os lo cuento...fue difícil confiar, pero fue tan fácil quererle tanto. No podríais entender lo orgullosa que estoy de que se cruzara en mi camino, ni todo lo que le agradezco...