9 de junio de 2012

Es imposible no darle un beso cada vez que sonríe. Imposible permanecer seria un solo minuto a su lado. Me considero incapaz de no dedicarle una sonrisa cuando me pone esa carita, o simplemente cuando se acerca a mi cuello para sacarme de quicio o intenta darme besos en la oreja que hace que todo mi bello se ponga en punta. Una caricia cuando menos me lo espero, un mordisco en toda regla. 

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